Hace casi treinta años, los alienÃgenas contactaron por primera vez con el planeta Tierra. La raza humana esperó un ataque hostil o un gran avance en la tecnologÃa. No ocurrió ninguna de las dos cosas. Los alienÃgenas eran refugiados, los últimos sobrevivientes de su planeta de origen. Al tiempo que las naciones del mundo intentaban ponerse de acuerdo en lo que tenÃan que hacer con ellos, las criaturas fueron instaladas de forma temporal en el Distrito 9 de Sudáfrica. Ahora, la paciencia en cuanto a la situación de los alienÃgenas se ha agotado. El control sobre los extraterrestres ha sido delegado en la Multi-National United (MNU), una compañÃa privada que lo que le interesa no es el bienestar de los alienÃgenas sino las formidables ganancias que les podrÃa reportar su impresionante armamento, en el caso de que pudieran hacerlo funcionar. Hasta el momento no lo han logrado; la activación de las armas requiere ADN alienÃgena. La tensión entre los extraterrestres y los humanos llega a un punto crÃtico cuando un operario de campo, Wikus, contrae un misterioso virus.